domingo, mayo 10, 2009

El ser director de una escuela en una sociedad convulsa



Reflexión sobre la práctica del director escolar


Durante este semestre escolar he tenido el privilegio de ser practicante del curso EIM 582: Práctica para la administración educativa, ofrecido por la Dra. Luz Ivette Cruz-Martínez. A través de este proceso arduo y agitado he descubierto en mis esquemas reflexivos - cognoscitivos detalles desconocidos. Mediante la vivencia directa y continua he podido estar en las eventos diarios de un director de escuela en nuestro país.


Puerto Rico, isla bella de una geografía exquisita que solo el que ha salido de ella y visitado otros lugares puede comprender y admirar. País exótico donde se unen diferentes cualidades geográficas en un pequeño terruño al centro del Caribe. Sin embargo, uno de los países más convulsionados con respecto a su situación política, económica y social. Un pueblo ancestralmente dividido por gentes que por una razón u otra, viven de la división, del maltrato, del odio, en fin de todas las variantes o dimensiones del egoísmo humano. Triste y lamentable por demás. A nadie le debería agradar el estar en un lugar donde el crimen en todas sus dimensiones posibles, es el pan nuestro de cada día. Un país mágico donde la verdad se hace mentira y la mentira se hace verdad. Donde todos los días tenemos víctimas de maltrato infantil, violencia doméstica, suicidios, asesinatos, crímenes de cuello blanco e injusticias por parte de quienes les corresponde aplicar la justicia. En fin, una sociedad que demuestra en su ejecución lo maltrecha que está la institución básica de la sociedad, la familia.


Por otro lado, la escuela, el segundo hogar para muchos, pero para otros, el refugio para evitar el maltrato por lo que, se convierte en su primer hogar. Lugar donde convergen todas las características económicas, sociales y culturales de nuestro país. Culturas escolares en donde se reflejan día a día las condiciones reales del marco conceptual del país. Donde de manera mágica desembocan las divisiones de grupos por razones ideológicas, religiosas, económicas y hasta desconocidas por parte de padres, docentes y no docentes. Es en ese espacio convulso donde el líder educativo se forja mediante el horno de la realidad. Es donde el temple formador y constructor del líder educativo se perfila para poder crear el orden en el caos. Momento divino en la búsqueda del equilibrio en todas las fases en las cuales se desempeña el director escolar. Agente de cambio frente al inmovilismo tradicional del no se puede, eso no sirve, siempre lo he hecho así, no vale la pena, esto es pa' treinta, esto no lo arregla nadie y muchas más. Es por lo que en esta práctica educativa me he concienciado sobre lo que es ser director. Tarea nada envidiable en una sociedad que por un lado exige cambios y por el otro no los quiere. De manera que, el director se convierte en educador diligente en la ciencia y en la práctica de los fundamentos del sistema educativo. En su carácter formador se unen en el hacer, la filosofía, la sociología y la psicología.


En conclusión, dice Madre Teres de Calcuta, que nadie puede dar lo que no tiene. Razón por la cual, el líder educativo como agente de cambio debe de ser una persona capaz de vivir en el equilibrio. Científico en el arte de educar a través de su propio desarrollo cognoscitivo y espiritual. Diestro en el razonamiento constructivo para la toma de decisiones que busquen el bien común. Capaz de entrar en procesos auto reflexivos para la búsqueda de soluciones de manera imparcial y justa. Dispuesto a mantener los principios fundamentales de la democracia. Pero sobre todo, ser modelo de cambio en su propia ejecución y luz en la obscuridad.



3 comentarios:

Prometeo dijo...

Soy maestro y hasta ahora mi experiencia ha sido que los directores escolares son instrumentos del gobierno para implantar las visiones de este sin importar lo absurdas que sean. A mi ya dos directores escolares me han hecho la vida difícil por que no aceptan ni toleran puntos de vista diferentes al suyo. Los directores son para mí peque`nos caciques que reunen en las facultades un grupo selecto de maestros a quienes les otorgan favores a cambio de su "lealtad" y de que velen a los demás compañeros. Personalmente para mí los directores contribuyen con sus actitudes la convulsión y la división entre compañeros en las facultades. Espero que usted no sea igual que los directores que he conocido.

Dr. José A. Rivera-Jiménez dijo...

Excelente y muy verdadero su comentario. Es por lo que tenemos que seguir estudiando y sacar a esos mediocres de nuestro sistema educativo.

Dr. José A. Rivera-Jiménez dijo...

Excelente y muy verdadero su comentario. Es por lo que tenemos que seguir estudiando y sacar a esos mediocres de nuestro sistema educativo.