lunes, enero 05, 2009

Hacer sufrir por el que ha sufrido





Lo que se a visto en las imágenes a través de diferentes medios sobre la situación Palestina e Israel hace pensar sobre la particularidad del derecho de hacer sufrir por el que ha sufrido. El sufrimiento es el dolor por la pérdida irreparable de lo que se goza o disfruta. Por lo que se podría pensar que tanto judíos y palestinos han perdido. Sin embargo, esa lucha ancestral entre primos gracias a las exigencias del padre Abraham y su esposa llena de pánico al resto de la humanidad.

El ver escenas de niños amortajados por la muerte que les llegó sin el disfrute de su plenitud hace saltar de su asiento a cualquier espectador. Todavía más, pensar en la posibilidad de que sus padres los utilizan como propaganda política en contra del estado Sión hace que se piense si realmente nos dirigimos a un mundo mejor. Definitivamente los judíos han sido una raza llena de dolor. Nadie en su sano juicio puede expresar lo contrario. La documentación histórica de la segunda guerra mundial está llena de evidencia. Sin embargo, eso no da el derecho de hacer sufrir a los demás. Especialmente a los familiares, porque aunque no lo quieran admitir son primos ambos bandos. Pues entonces qué es lo que buscan, un pedazo de tierra a costa de la muerte de los niños. Y todos los niños que murieron en el holocausto si pudieran hablar, condenarían la muerte de otros niños? Humildemente creo que las guerras tal y como las conocemos son del pasado.

De haber la necesidad, contamos con estrategias tecnológicas mucho más precisas. No veo la razón de tener que matar niños para conseguir metas estratégicas. Por otro lado, a mis hermanos hebreos, por favor, dejen su terquedad. Piensen que no están solos. Que hubo mucha gente heroica que defendió y luchó por sus hijos en momentos de mayor dolor.

Por otro lado, mis hermanos árabes, cuya cultura se resalta en toda la América y que cuentan con un pasado digno y libertador, depongan su altanería y piensen en el resto de la humanidad que sufre cada vez que ve a uno de sus hijos morir. Ojalá ( del ARABE) el dios de los judíos y palestinos se pongan de acuerdo por el bien del resto de la humanidad. Al fin y al cabo son el mismo dios.

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